Praga, ciudad de cuentos de hadas
Caminar por Praga en dos días.
Para explorar Praga, concéntrese en el Barrio del Castillo, el Mala Strana y termine la caminata en el centro de la Ciudad Vieja. Una vez llegado al Complejo del Castillo de Praga, deberá visitar la Catedral Gótica de San Vito, la Basílica de San Jorge y pasear por la Calle Golden, repleta de pequeñas y pintorescas casas.
Luego podrá descender Mala Strana donde se encuentran las antiguas casas de los ciudadanos y la Iglesia de San Nicolás con su barroca cúpula de cobre. Cruzando el Puente Carlos encontrará locales de recuerdos, actores, artistas, músicos y hermosas vistas de la ciudad donde podrá tomarse el tiempo que desee. Si quiere disfrutar aún más la atmosfera romántica de la ciudad, tal vez sea su deseo abordar el Crucero Venecia; durante este pequeño viaje en bote, cuya duración es aproximadamente de 40 minutos, tendrá la posibilidad de ver los tesoros arquitectónicos de Praga desde el Río Vlatava. El embarcadero se encuentra justo debajo del Puente Carlos y es accesible desde Certovka en la Isla Kampa.
Una vez cruzado el puente podrá caminar por la rivera y hacer una pausa en el famoso Café Slavia que se encuentra en el muelle Smetanovo, donde podrá disfrutar de la vista del río y el Castillo, desde otro lado.
Luego continuará el recorrido por la Plaza de Ciudad Vieja, donde se encuentra el Reloj Astronómico y podrá ver el espectáculo de “La caminata de los Apóstoles”, que se realiza a todas horas. Desde allí se puede continuar la caminata por la Calle Celetna, donde se encuentran casas de importancia tanto histórica como arquitectónica, como La Casa de los Tres Reyes, la Casa del León Blanco, la Casa del Sol Negro y La casa de la Madonna Negra. La última es la más interesante de éstas y su visita realmente vale la pena, la misma data de 1912 y es parte de la exhibición permanente del Cubismo Checo organizado por el Museo Checo de Bellas Artes.
La Calle Celetna lleva hacia la Torre de la Pólvora, la cual se encuentra al lado de la Casa Municipal, este edificio es uno de los más prominentes por sus características Art Nouveau; edificada entre 1906 y 1912, es un punto popular donde los visitantes suelen detenerse a dibujar sus ribetes dorados, vitrales y esculturas. Regularmente se realizan exhibiciones y conciertos.
Día 2:
El segundo día es bueno para relajarse explorando y disfrutando la ribera del río. Desde la Plaza de Ciudad Vieja, caminar hacia Josefov, visitar el Museo Judío y tomar un café en Slavia o el Café Imperial.
Hacia la tarde, ir de compras a la Plaza Wenceslao. Por la noche, tomar unos galones de la mundialmente famosa cerveza Checa en el bar U Pinkasu, o si gusta de escuchar música clásica, podrá asistir a un concierto en el Rudolfinum.