París
París es la capital de Francia y su ciudad más poblada. Capital de la región de Isla de Francia, constituye el unico departamento unicomunal del país.
La ciudad de París, dentro de sus estrechos límites administrativos, tiene una población de 2 273 305 habitantes en 2015. Sin embargo, en el siglo xx, el área metropolitana de París se expandió más allá de los límites del municipio de París, y es hoy en día, con una población de 12 405 426 habitantes en 2013, la segunda área metropolitana del continente europeo (después de Londres).
Durante el siglo xix junto con la ciudad de Londres, París fue el centro de desarrollo de proyectos arquitectónicos dentro del marco de la Revolución Industrial y sus famosas exposiciones. Ejemplos de ello son: el Mercado de la Madeleine, en 1824; las Grandes Halles iniciadas en 1853, las Galerie des Machines y la Torre Eiffel ambas realizadas en la exposición de París de 1889.
Conocida también como la «Ciudad de la Luz» (la Ville lumière), es el destino turístico más popular del mundo, con más de 42 millones de visitantes extranjeros por año. Entre los monumentos de la ciudad figuran la Torre Eiffel, la catedral de Notre Dame, la avenida de los Campos Elíseos, el Arco de Triunfo, la basílica del Sacré Cœur, el Palacio de Los Inválidos, el Panteón, el arco de la Defensa, la ópera Garnier y el barrio de Montmartre, entre otros. También museos como el Louvre, el Museo de Orsay y el Museo Nacional de Historia Natural de Francia, así como un extenso sistema de educación superior. París ocupa un lugar importante en el ámbito de la cultura, la gastronomía, la moda y el lujo.
París está situado en el norte de Francia, en el centro de la cuenca parisina. La ciudad es atravesada por el río Sena. En el centro de la ciudad destacan dos islas que constituyen su parte más antigua, Île Saint-Louis y la Isla de la Cité. En general, la ciudad es relativamente plana, y la altitud más baja es de 35 metros sobre el nivel del mar. Alrededor del centro de París destacan varias colinas, siendo la más alta Montmartre con 130 metros.
La última gran modificación del área de París ocurrió en 1860. Además de la anexión de arrabales periféricos y de darle su forma moderna, en esta modificación se crearon veinte arrondissements (distritos municipales), dispuestos en forma de espiral y siguiendo el sentido de las agujas del reloj. De los 78 km² que abarcaba París en 1860, la ciudad se amplió a hasta los 86,9 km² en la década de 1920. En 1929 los parques forestales bosque de Boulogne y bosque de Vincennes se anexaron oficialmente a la ciudad, lo que conformó su área actual de 105,4 km².
París ha sido un centro cultural y artístico relevante en la historia occidental. En ella nacieron, se formaron o desarrollaron sus carreras figuras francesas de la talla de René Descartes, Molière, Voltaire, Victor Hugo, Émile Zola, Alexandre Dumas, hijo, Edgar Degas y Claude Monet entre otros. Desde comienzos del siglo xix y hasta finales de la década de 1960, París fue el centro mundial del arte. Este periodo recibió su brillo de emblemáticos representantes del arte francés como Braque, Duchamp o Matisse y varios artistas extranjeros como Beckett, Brancusi, Bertolt Brecht Buñuel, Hemingway, Joyce, Kandinsky, Mondrian, Picasso y Stravinski. En esta época hubo un progresivo desplazamiento de los centros creativos por diferentes barrios de la ciudad: desde Montmartre, cuna del cubismo, a Montparnasse, escenario de la bohemia de entreguerras y del surrealismo, hasta Saint-Germain-des-Prés, centro del movimiento existencialista asociado con Jean-Paul Sartre, y finalmente al Barrio Latino, escenario del Mayo francés. Todos estos núcleos conservan su preeminencia dentro de la vida cultural de la ciudad.
Muchos son los autores que han desarrollado sus historias teniendo a la capital francesa como escenario. Tal es el caso de Trópico de Cáncer (1934) de Henry Miller, Rayuela (1963) de Julio Cortázar y París era una fiesta (1964) de Ernest Hemingway. Además, la ciudad cuenta con el mayor contenido de obras de arte, distribuido en sus numerosos museos y colecciones privadas.
La arquitectura gótica tuvo su origen en la región de París, siendo la basílica real de Saint-Denis la primera que se erigió en este estilo, desde donde se difundió primero a todo el reino de Francia y posteriormente al resto de Europa.
El París «moderno» es el resultado de un vasto plan de remodelación urbana surgido a mediados del siglo xix. Durante siglos, el corazón de la ciudad había sido un laberinto de estrechas calles y casas medievales, pero a partir de 1852, barón Haussmann hizo un gran plan urbanístico demoliendo gran parte para conformar amplias avenidas alineadas con edificios neoclásicos de piedra destinados a la nueva burguesía; la mayor parte de este «nuevo» París es el que vemos hoy. Estos planes del Segundo Imperio, en muchos casos, están todavía en vigor, ya que la ciudad de París impone desde entonces el llamado «alignement» (ley que define la posición de la edificación dejando un determinado ancho de la calle) sobre muchas de las nuevas construcciones. La altura de un edificio también se determina en función de la anchura de la calle, y el código de construcción de París ha visto pocos cambios desde mediados del siglo xix para permitir mayores construcciones. El esfuerzo por preservar el pasado histórico de París y las leyes actuales hacen que resulte difícil crear dentro de los límites de la ciudad grandes edificios y servicios públicos necesarios para una población creciente. Muchas de las instituciones y la infraestructura económica ya se encuentran en la periferia o en proceso de hacerlo. Las empresas financieras (La Défense), distrito de negocios, el principal mercado mayorista de alimentos (Rungis), las principales escuelas de renombre (École Polytechnique, ENSAM, HEC, ESSEC, INSEAD, etc.), los laboratorios de investigación de fama mundial (en Saclay o Avenue), el estadio deportivo más grande (Estadio de Francia), e incluso algunos ministerios (como el de Transporte) se encuentran fuera de la ciudad de París. Los Archivos Nacionales de Francia están siendo trasladados a los suburbios del norte, proceso que deberá concluir hacia fines de 2010. Sin embargo, los severos límites inmutables, los estrictos códigos de construcción y la falta de terreno urbanizable no han creado en París el fenómeno llamado «museificación» que conocen otras ciudades europeas.
Tres de los más populares y antiguos parques de París son: el Jardín de las Tullerías, creado en el siglo xvi para el palacio del mismo nombre (hoy desaparecido) y situado en la orilla derecha del Sena, cerca del Louvre; el Jardín de Luxemburgo; y el Jardin des Plantes, creado por Guy de la Brosse, el médico de Luis XIII. La mayoría de los otros parques de París son creaciones del Segundo Imperio: Los parques de Montsouris, Buttes-Chaumont y el parque Monceau son obra de Jean-Charles Alphand, ingeniero de Napoleón III. Otro proyecto ejecutado en este periodo, fue el bosque de Boulogne, al oeste de París. El bosque de Vincennes, a su lado oriental, recibió un tratamiento similar durante los años siguientes. Estos bosques ofrecen a la ciudad 2000 hectáreas de naturaleza, a los que se suman otros espacios de reciente creación como el parque de la Villette y el parque de Bercy. Los parques temáticos y de atracciones como Disneyland Resort Paris y el Parc Astérix se encuentran en la periferia, bastante alejados de la ciudad.
La gastronomía de París es rica y variada. Todas las carnes son disfrutadas por los parisinos en numerosos platos típicos: côte rôtie, entrecôte Bercy, saucisson à l’ail, bœuf-miroton… y la gallina de Houdan, una especie casi desaparecida y apreciada hasta hace un siglo. En cuanto a vegetales, de todas las frutas y hortalizas se puede uno encontrar en París. La cereza de Montmorency tiene mucha tradición, así como los champignons de París que dieron su nombre en España al champiñón; también la tuvieron las zanahorias de Croissy y los espárragos de Argenteuil, hoy desaparecidos. Además de muchos quesos, como el brie o el coulommiers.
Ello sin olvidar la importante tradición pastelera de la capital (tarta Bourdaloue, Saint-Honoré, brioche y viennoiseries, financier, milhojas, Paris-Brest…) y algunas de sus especialidades antológicas como el cruasán hojaldrado, la baguette, el croque-monsieur y la sopa de cebolla.
En París surgió en el siglo xix la alta cocina, un estilo de cocina hoy día servido en hoteles y restaurantes de lujo. Algunos de los grandes restaurantes gourmet parisinos, son por ejemplo Maxim’s (abierto en 1893), Le Grand Véfour (1784), L’Archestrate (1968-1985), y La Tour d’Argent (1582)