La Habana

La Habana es la capital de la República de Cuba, su urbe más grande, el principal puerto, su centro económico-cultural y su principal polo turístico. Es la ciudad más poblada del país, con una población de 2 106 146 habitantes según datos de 2012​ y la tercera más poblada de la región del Caribe.

La Habana fue la sexta ciudad fundada por la Corona Española en la isla de Cuba, llamada San Cristóbal de la Habana, tal vez porque el santo era el patrón de los navegantes, y La Habana, como toponímico indígena. En la Plaza de Armas, que fue en la época colonial española el centro de la vida oficial y pública de la ciudad, se alza un monumento llamado El Templete, que conmemora la fundación de la villa en ese lugar en 1519 por un grupo de españoles capitaneado por el toledano Juan de Rojas Manrique, emparentado con el rey Fernando el Católico.​ En su columna conmemorativa hay una inscripción en latín, casi borrada, que traducimos como sigue:

Fundóse la villa (hoy ciudad) de La Habana el año de 1515, y al mudarse de su primitivo asiento a la ribera de este puerto el de 1519, es tradición que en este sitio se halló una frondosa ceiba bajo de la cual se celebró la primera misa y cabildo: permaneció hasta el de 1753 que se esterilizó. Y para perpetuar la memoria, gobernando las Españas nuestro católico Monarca el señor Dn. Fernando VI, mandó erigir este padrón el señor Mariscal de Campo Dn. Francisco Cagigal de la Vega, del orden de Santiago, Gobernador y Capitán General de esta Isla, siendo Procurador General Doctor Dn. Manuel Phelipe de Arango. Año de 1754.

Allí, bajo una ceiba, se celebró la primera misa y el Cabildo recibió la guarda y custodia de los fueros y privilegios de la villa de La Habana, según costumbre y usanza de las leyes de Castilla. La columna conmemorativa fue erigida por el gobernador Francisco Cagigal de la Vega en 1754, cuando la ceiba no pudo sostenerse más.

No obstante, antes de la fundación de La Habana en su emplazamiento actual, la ciudad tuvo, entre 1514 y 1519, por lo menos dos asentamientos distintos: el original de 1514, que según uno de los primeros mapas de Cuba (Paolo Forlano, 1564) se encontraba en la desembocadura del río Onicaxinal cerca de la playa Mayabeque, en la costa sur de Cuba y otro asentamiento en La Chorrera, junto al río Almendares, que los indios llamaban Casiguaguas, donde los fundadores trataron de represar las aguas. Aún se conservan los muros de contención de esa obra hidráulica, la más antigua del Caribe.

Bahía de La Habana

La bahía es sede del puerto de La Habana, calificado históricamente como uno de los más abrigados y seguros de América. Es una bahía en forma de bolsa con un canal de entrada estrecho y profundo. Tiene una situación estratégica tanto geográfica como económica en la confluencia del estrecho de la Florida, el canal viejo de Bahamas y el golfo de México, junto a la corriente del Golfo. En su interior estalló el acorazado estadounidense Maine el 15 de febrero de 1898, hecho que significó el ingreso de los Estados Unidos en la Guerra del 95, también conocida como guerra hispano-cubano-estadounidense.​ La bahía es considerada una de las más contaminadas del mundo, debido a que a ella van a parar gran cantidad de desechos de la ciudad. En la actualidad se llevan a cabo varios proyectos de recuperación ambiental para la bahía de La Habana, que incluyen recogida de desechos sólidos, dragado, la construcción de una planta de tratamiento de residuales en el río Luyanó y el uso de bacterias especializadas en la descomposición del petróleo, uno de los más importantes contaminantes.​ El puerto de La Habana es el más importante de Cuba y durante la época colonial fue uno de los centros estratégicos para España, es por ello que la bahía se protegió con una red de fortificaciones muy importante, que incluyen al Castillo de la Real Fuerza, Castillo de los Tres Reyes del Morro, Castillo de la Punta, la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña, el Castillo de Atarés y otros baluartes dedicados a la protección del puerto y la ciudad.

Uno de los elementos distintivos asociados a la bahía es el faro situado en la fortaleza de El Morro, cuya construcción data del siglo XVIII, y que actualmente funciona con un mecanismo óptico original de procedencia francesa, incluyendo los mecanismos de contrapeso y palancas para su operación, con un sistema de iluminación eléctrico (único cambio significativo

La Habana, como la mayor parte de Cuba posee un clima tropical que es templado debido a la posición de la isla dentro del cinturón de los vientos alisios y por las cálidas corrientes marinas. Bajo la clasificación climática de Köppen La Habana tiene un clima de sabana tropical que limita estrechamente con un clima tropical monzónico. Sin embargo recibe una mínima influencia continental en invierno, lo que hace que las temperaturas sean relativamente más frescas en estos meses. El récord de temperatura mínima registrada es de 4 °C y se dio en enero de 2010 en el área del Aeropuerto Internacional José Martí​ Mientras que la temperatura más alta registrada en la ciudad fue de 38.2 °C en septiembre de 2015.

El desarrollo económico de La Habana se debió, en gran medida, a su ubicación geográfica, que la convirtió en uno de los principales nudos comerciales del Nuevo Mundo. Desde el inicio, la ciudad encontró una fuente de enriquecimiento en la industria azucarera y la trata de esclavos, y posteriormente cuando Cuba logró su independencia, se transformó en un famoso destino vacacional. A pesar de los esfuerzos que el gobierno de Fidel Castro ha dedicado a llevar la producción industrial a todos los rincones de la isla, La Habana continúa siendo el centro de una gran parte de la producción nacional industrial. La tradicional industria azucarera, que durante tres siglos sustentó la economía isleña. Es en la Habana donde están concentradas muchas de las instalaciones de la industria ligera, envasadoras de productos cárnicos e industrias químicas y farmacéuticas.

Otras importantes industrias situadas en La Habana son las plantas de elaboración de alimentos, los astilleros, plantas de ensamblaje de vehículos, productoras de bebidas alcohólicas (especialmente el ron), industrias textiles y de productos del tabaco, especialmente de los famosos habanos, un producto de renombre internacional. Aunque los puertos de Cienfuegos y Matanzas se han desarrollado bajo el gobierno revolucionario, la Habana continúa siendo el puerto principal de Cuba: 50 % de las importaciones y exportaciones pasan por la ciudad. Antes de 1990, este puerto sustentaba una industria pesquera considerable ya prácticamente inexistente, al desaparecer la flota cubana de pesca y la flota atunera.

A raíz del colapso de la Unión Soviética en 1991 y la intensificación del embargo estadounidense contra Cuba, La Habana y el resto del país experimentaron su peor crisis económica desde el triunfo de la revolución en 1959. A esta crisis se le denominó oficialmente el Periodo especial en Tiempo de Paz. Los efectos del Período Especial y la consecuente escasez de alimentos han tenido sus repercusiones más serias en la ciudad de La Habana. Esta ciudad, con una población de unos 2,5 millones de habitantes (alrededor de un quinto de la población total del país), es la ciudad más grande del Caribe. Además de la disminución en la producción de alimentos necesarios para abastecer a la capital cubana, La Habana sufre también la escasez de petróleo, necesario para transportar, refrigerar y almacenar la comida proporcionada por el sector agrícola rural. La Habana ha sido designada como prioridad del Programa Nacional de Alimentos y la agricultura urbana ha sido una de las medidas tomadas para aumentar la seguridad alimenticia de la ciudad.

A partir de la caída de la Unión Soviética, el gobierno reanimó nuevamente la industria del turismo. Además en la década de 1980 se construyó en el oeste de la ciudad un polo científico con instituciones del sector de la biotecnología, que con un alto valor agregado exportan productos tales como medicamentos, equipos y vacunas, que compiten con homólogos de los países más desarrollados en este sector.​ La ciudad cuenta con un sector de servicios en ascenso, dirigido a los turistas y nacionales que posean pesos convertibles (los denominados CUC), se han establecido sucursales de todo tipo, desde autos como Peugeot o Mercedes-Benz, hasta de famosas marcas de perfumería y modas como Dolce & Gabbana, Zara o Benetton, lo que ha hecho renacer antiguas arterias comerciales como el bulevar de San Rafael, Galiano o la calle Obispo.

Turismo

Antes del triunfo de la revolución en 1959 –y especialmente entre 1915 y 1930– el turismo era una de las principales fuentes de divisas de Cuba (superada solo por el azúcar y el tabaco). La Habana era el destino más popular del Caribe, especialmente para los estadounidenses, quienes buscaban evadir las restricciones impuestas por la «ley seca» en ese momento.

Luego de experimentar una drástica disminución en el flujo de turismo hacia la isla (causado, principalmente, por la Gran Depresión, el fin de la ley seca en Estados Unidos y la Segunda Guerra Mundial), La Habana volvió a empezar a recibir visitantes en números significativos en los años 1950, cuando el crimen organizado estadounidense se apoderó de una buena parte de las industrias del ocio y el turismo del país. Era la época en que el canciller cubano solía jactarse de que La Habana gastaba tanto dinero en fiestas como cualquier ciudad importante del mundo. En esos momentos la isla era el eslabón más seguro en la cadena de narcotráfico controlada por la mafia, cuyo destino final era los Estados Unidos.

Fue la asociación del turismo con el mundo del juego y la prostitución lo que hizo que gobierno revolucionario establecido en 1959 viera este sector como un mal social que debía ser eliminado completamente. Muchos bares y casas de juego fueron clausurados luego del triunfo de la revolución, y una nueva institución gubernamental, el Instituto Nacional de la Industria Turística, asumió el control de muchos locales.

Con el deterioro de las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos y la imposición de un embargo comercial contra la isla en 1961, el turismo experimentó una caída drástica y no recuperó un volumen remotamente parecido al existente antes de la revolución hasta finales de la década de 1980. El gobierno revolucionario en general, y Fidel Castro en particular, se opusieron inicialmente a todo desarrollo significativo de la industria turística, para evitar que las nuevas generaciones de cubanos sufrieran las llamadas «desviaciones ideológicas», contagiados por los turistas. A finales de los años 1970, sin embargo, Castro cambió su posición al respecto, y en 1982 el gobierno cubano aprobó un decreto sobre la inversión extranjera que abrió varios sectores, incluido el del turismo, al capital extranjero.

Con la creación de firmas sustentadas por la inversión extranjera Cuba comenzó a atraer capital para el desarrollo hotelero y logró aumentar el número de turistas de 130 000 (en 1980) a 326 000 (para finales de esa década).

El principal atractivo turístico de La Habana es su casco histórico. Una auténtica obra maestra repleta de monumentos y edificaciones con estilos art decó, neoclásico y barroco colonial.​

Neoclásica

La Habana tiene la única deuda a su sin rival arquitectura que las arcadas rítmicas se construyeron mayormente por los inmigrantes españoles. Muchos patios interiores permanecen similares a los planes en Sevilla, Cádiz y Granada. El Neoclasicismo afectó a todos los nuevos edificios en La Habana y puede verse por la ciudad. Se introdujeron muchos rasgos urbanos en la ciudad en el momento, incluso el gas, la iluminación pública en 1848 y el ferrocarril en 1837. En la segunda mitad del siglo XVIII, el azúcar y producción de café aumentaron rápidamente y se volvieron esenciales en el desarrollo del estilo arquitectónico más prominente de La Habana. Muchos habaneros adinerados tomaron su inspiración del francés; esto puede verse dentro de los interiores de casas de la clase alta como el Palacio de Aldama construido en 1844. Este es considerado el edificio residencial neoclásico más importante en Cuba y representa el plan de muchas casas de este período con los portales del neoclásico.

En 1925 Jean-Claude Nicolas Forestier, la cabeza de la planificación urbana en París, se trasladó a La Habana durante cinco años a colaborar con arquitectos y diseñadores del paisaje. En la planificación del «amo de la ciudad» su objetivo era crear un equilibrio armónico entre el formulario clásico y el paisaje tropical. Él abrazó la idea de que el camino de la ciudad conecta una red mientras se van acentuando los hitos prominentes. Su influencia ha dejado una marca grande en La Habana, aunque muchas de sus ideas eran el calzón cortado por la gran depresión en 1929. Durante las primeras décadas del siglo XX La Habana se extendió más rápidamente que en cualquier otro momento durante su historia. Las grandes riquezas incitaron estilos arquitectónicos influenciados desde el extranjero. La cresta del Neoclasicismo vino con la construcción del distrito de El Vedado (empezado en 1859).

Art nouveau, art déco y ecléctica

Al inicio del siglo XX La Habana y Buenos Aires eran las más grandes y más importantes ciudades latinoamericanas en lo que se refiere a la arquitectura. Este período de estampida conocido como «las vacas gordas» cuenta con ejemplos grandes de edificios con influencias internacionales de art nouveau, déco y ecléctico. Sus suburbios se desarrollaron en lo que conocemos hoy como Miramar, Marianao, El Vedado y Playa. Miramar, lujuriante y adinerado, copió el modelo del suburbio americano y se volvió después de 1959 un barrio de diplomáticos, científicos, embajadores y turistas.

La Estación Central de Ferrocarriles (1912), la Universidad de La Habana (1906-1940) y el Capitolio (1926-1929) son ejemplos del estilo nouveau. El domo de Capitolio está a 62 metros y era el punto más alto en la ciudad y un ejemplo de la influencia de Estados Unidos en el momento.

El edificio López-Serrano se construyó en 1932 por Ricardo Mira fue el primer edificio alto en Cuba, inspirado en el Rockefeller Center de Nueva York. Su influencia puede verse en muchos edificios de Miami y Los Ángeles.

El Edificio Bacardí (1930) es uno de los más grandes edificios de La Habana y el mejor ejemplo de art déco. Localizado en una loma pequeña que pasa por alto la entrada a la Bahía de La Habana, está el Hotel Nacional, construido en 1929-30 a través de un acuerdo entre el gobierno cubano y el de Estados Unidos.

No obstante, existen importantes obras que tienen un estilo diferente, surgidas luego del triunfo de la revolución. El Palacio de las Convenciones es una muestra de la combinación de la arquitectura colonial y la influencia de la Unión Soviética. A partir de 1995 se construyeron hoteles como el Meliá Cohiba, el Panorama, el Meliá Habana y el Rampa, caracterizados por sus líneas rectas y paredes de cristal, metal, concreto y adornados con plantas colgantes.

Muchos edificios de oficinas y complejos de apartamentos, junto con algunos hoteles aprobados por Fulgencio Batista, fueron alterando el skyline de modo llamativo. Por consiguiente, el modernismo transformó mucho la ciudad y debe notarse por sus edificios individuales de calidad alta, en lugar de sus edificios importantes más grandes. Un ejemplo del último grupo es el Hotel Habana Libre (1958), que antes de la revolución era el Havana Hilton Hotel.

Los arquitectos famosos como Walter Gropius, Richard Neutra y Oscar Niemeyer todos atravesaron la ciudad mientras pueden verse las influencias fuertes en La Habana en este momento de Le Corbusier y Ludwig Mies van der Rohe.

El Edificio Focsa (1956), del arquitecto español Martín Domínguez, también situado en El Vedado, representa la cima del desarrollo de los edificios denominados entonces de propiedad horizontal. Este complejo de 39 niveles fue concebido y se basó en las ideas de Le Corbusier de una ciudad autónoma dentro de una ciudad. Contaba con 400 apartamentos, garajes, una escuela, un supermercado, y restaurantes en la cima. Esta era la estructura de hormigón armado más alta del mundo en el aquel momento (no usando ningún marco de acero).

El Hotel Riviera (1957) diseñado por Irving Feldman, sobresaliendo sobre el Malecón en La Habana, era otra figura de edificio angular y futurista en el área de Vedado, impresionante para su era. Cuando abrió, el Riviera era el Casino-hotel más grande en Cuba o en cualquier parte del mundo, fuera de Las Vegas. El Hotel Habana Hilton (hoy Habana Libre), en 1958, superó en tamaño a todos los hoteles anteriores en solo un año.

Cultura

La ciudad es sede de varios eventos culturales de carácter internacional tales como el Festival Internacional de Ballet de La Habana, el Festival de Cine de La Habana, el Festival Jazz Plaza y el Festival Internacional de Guitarra Leo Brouwer.

Ciudad natal del poeta y escritor modernista José Martí, y conocida como la llave del Nuevo Mundo y antemural de las Indias Occidentales por su ubicación estratégica, cumple como una de las ciudades más importantes de América Latina para eventos ubicados en el área del Golfo de México.

En la ciudad también se encuentra la Casa de las Américas, institución encargada de promover el arte y la literatura de los pueblos de habla hispana, desde el río Bravo hasta la Patagonia, y que anualmente auspicia un certamen literario conocido como Casa de las Américas o sencillamente Premio Casa, y del cual han sido jurado personalidades tan distinguidas como Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa. En la Habana además hay gran variedad de centros nocturnos como discotecas, cabarés, teatros, etc; donde los habaneros y turistas tanto nacionales como extranjeros pasan las coloridas noches de la ciudad. Existe todavía un título nobiliario de la corona española referente a esta ciudad, concretamente el de marqués de la Habana, que data del tiempo de la colonia. El Museo de Bellas Artes posee una de las mejores colecciones de arte universal en el continente y la mayor de arte cubano del mundo. La ciudad también auspicia anualmente la Feria Internacional del Libro de la Habana, que luego se extiende al resto de las provincias del país. La sede principal del certamen es en la fortaleza Morro-Cabaña, al este de la ciudad, y tiene subsedes en todas las librerías de la capital. Galerías de Arte de La Habana

  • Fortaleza de San Carlos de la Cabaña: Es una fortaleza situada al este de la bahía. La Cabaña es la fortaleza más grande construida por España en América. Esta fue construida a partir de la invasión inglesa y finalizada a finales del siglo XVIII. En la actualidad, es la sede principal de la Feria Internacional del Libro y de la Bienal de La Habana, entre otros eventos.
  • Capitolio Nacional: Fue construido en 1929 para alojar el Senado y la Cámara de Representantes. Este edificio colosal es visible desde casi toda la ciudad con su cúpula imponente de color dorado después de la última restauración. Tres grandes estatuas se encuentran en esta edificación: las dos primeras se encuentran en lo alto de la escalinata, «La Virtud» y «El Trabajo» y en su interior está la «Estatua de la República», representada por la diosa griega Palas Atenea, tercera estatua más grande en el mundo bajo techo. Los grandes pasillos llamados «Salón de los Pasos Perdidos», llevan a los hemiciclos norte y sur, antiguos lugares de sesiones del antiguo Congreso; aunque se desconoce si en las próximas legislaturas el parlamento cubano sesionará en el Hemiciclo Norte. Después del Triunfo de la Revolución el Capitolio fue la sede de la Academia de Ciencias y del Ministerio de Ciencias Tecnología y Medio ambiente. Posterior a la restauración capital a la que fue sometido retomó su función original y en estos momentos es la sede institucional de la Asamblea Nacional del Poder Popular y del Consejo de Estado.
  • Cementerio de Colón: Cementerio y museo a cielo abierto. Es el más famoso y grande cementerio en toda América, conocido por su belleza y la magnificencia de sus esculturas. Considerado como tercero de importancia mundial, precedido solamente por el de Staglieno en Génova, Italia y el de Montjuïc en Barcelona, España.
  • La Calle 23 en El Vedado: Una de las arterias principales de la ciudad, desemboca en El Malecón, en ella se encuentran desde la sede de varios ministerios como el de Salud Pública o el de Trabajo, hasta la famosa heladería Coppélia, a la que los habaneros llaman ‘La catedral del helado’, pasando por los exclusivos hoteles, clubes y discotecas, a los que acuden cientos de jóvenes los fines de semana.
  • Calle Obispo: Es una de las calles más famosas y transitadas de La Habana. Las tiendas se suceden una tras otra, con numerosas boutiques de marcas como Adidas, VÍA UNO, Mango, Óscar de la Renta, etc., cuyas ventas se realizan únicamente en pesos convertibles (CUC). También se pueden encontrar restaurantes, ventas de artesanía, librerías, museos, antiguas farmacias. La bella arquitectura de las casas y edificios circundantes la convierten en uno de los sitios más imprescindible de la ciudad. Es el Bulevar más largo de La Habana y se encuentra en el municipio de la Habana Vieja.
  • Isla del Coco: Aunque inicialmente era conocido como Coney Island, fue uno de los primeros parques temáticos de Cuba y de América Latina, inspirado en el mítico parque neoyorquino en la isla de Coney, es hoy después de una fuerte reparación, centro de atracción en la ciudad, con numerosos aparatos electrónicos y juegos, además de cafeterías y restaurantes. Está ubicado al oeste, en el barrio de Miramar.
  • Iglesia de Reina: Dedicada al Sagrado Corazón, es la iglesia más alta de Cuba, y una de las más fastuosas, es de un estilo neogótico, con numerosas gárgolas y torres. Frecuentemente visitada por turistas.
  • Catedral Ortodoxa: Concebida por el arquitecto ruso Alexey Vorontsov, se trata de una edificación monumental bizantina, finalizada en 2008, que abarca un área de 1200 metros cuadrados. En la planta baja del templo están ubicados las áreas administrativas, las habitaciones del padre, el baño público, la cocina, un salón de reuniones y una sala de computación. En la parte superior está la iglesia, con capacidad para quinientas personas, que pueden acceder mediante dos escaleras de granito.
  • Ciudad Deportiva: En uno de los sitios más conocidos de la ciudad de La Habana, la intersección de las avenidas Boyeros y Vía Blanca, se presenta a la vista de todos los transeúntes una instalación muy especial, la Ciudad Deportiva, que en su majestuoso coliseo, una de las obras de mayor relevancia de la Ingeniería Civil cubana, ha albergado durante casi cinco décadas a un sinnúmero de eventos deportivos, políticos, educativos y culturales.Posee además estadios y un complejo de piscinas.
  • La Fuente Luminosa: Está bordeada por una amplia rotonda donde confluyen la calle 26, la Vía Blanca y la Avenida de Rancho Boyeros, principal enlace con el aeropuerto internacional José Martí. Formó parte de un programa urbanístico que llevó a cabo el denominado «Gobierno Auténtico» del presidente Ramón Grau San Martín, a mediados de la década de 1940.
  • El Parque Central: Es uno de los sitios más conocidos y céntricos de la ciudad de La Habana. Su construcción fue terminada en el año 1877 luego de que fueron derribadas las murallas que rodeaban la ciudad. Se encuentra ubicado entre las calles Prado, Neptuno, Zulueta y San José, y el bulevar de San Rafael termina frente a este.
  • Plaza Vieja: Se le llamó originalmente Plaza Nueva. Surgió como espacio abierto en 1559, luego de la Plaza de Armas y la de San Francisco, respectivamente, aunque hay algunos autores que señalan que fue la segunda plaza existente en La Habana. Fue zona residencial de la plutocracia criolla en tiempos de la colonia. El conjunto arquitectónico urbanístico de la Plaza Vieja está representado por valiosas construcciones coloniales de los siglos XVII, XVIII y XIX y algunos ejemplos de las primeras décadas del siglo XX que mantienen unidad estilística.
  • Plaza de Armas: Es la plaza más antigua de las 4 plazas principales del casco antiguo de La Habana. En ella encontrarás varias edificaciones históricas y museos, entre los que destaca el Castillo de la Real Fuerza.
  • Catedral de San Cristóbal de La Habana: Es una de las construcciones religiosas más bonitas del barroco americano. Se encuentra emplazada en la Plaza de la Catedral, otra de las principales plazas de la ciudad, rodeada de palacios históricos.
  • Palacio de la Revolución: El Palacio de la Revolución es el principal edificio dentro del Complejo Plaza de la Revolución (Anteriormente Plaza Cívica) ubicado en la capital cubana. En él se encuentran las sedes de la Presidencia de la República, el Consejo de Ministros y del Comité Central del PCC. Originalmente fue concebido como Palacio de Justicia y Tribunal Supremo. En 1965 el gobierno revolucionario Castro-Dórticos, ordenó trasladar hacia aquí la sede del gobierno y del estado que anteriormente radicaba en el Palacio Presidencial (actual Museo de la Revolución). El edificio está dividido en tres partes, en la primera radican las oficinas del Primer Ministro y del Consejo de Ministros, en la segunda la sede de la Presidencia y Vicepresidencia de la República y en el tercero del Comité Central del PCC.

​Los autobuses u ómnibus (localmente conocidos como guaguas) son el principal medio de transporte público. La Empresa Provincial de Transporte de la Habana (TH) es la principal entidad encargada de la operación del transporte público en la capital cubana con dos sistemas de redes: la Red Principal (antiguo Metrobús) y la Red Alimentadora (antiguo Ómnibus Metropolitanos). El precio del transporte público es muy bajo: 40 centavos de peso cubano (CUP) que equivalen a menos de 2 centavos de dólar (USD), y está fuertemente subsidiado por el Estado.

Existe además otra empresa destinada al transporte público, llamada Transmetro, la cual tiene como función principal transportar los trabajadores de varias empresas hacia sus centros de trabajo, pero que terminado esto, se suma a la transportación general con un costo de 5 CUP. También existen rutas alternativas en el sector privado y cooperativo con precios de 1 CUP y 5 CUP. El transporte privado puede llegar un costo máximo de 1 USD para las mayores distancias.