Caminar por Venecia
Si llega en tren a la Estación Santa Lucia o en autobús a la Plaza Roma, le conviene tomar el vaporetto nº 2, más rápido que el nª 1, para llegar hasta San Marcos en una media hora. Una vez que se encuentre en la plaza más famosa de Venecia, son obligatorias las visitas a la Basílica y el Palacio Ducal.
Después de ver Plaza San Marcos, salga de la plaza por el lado del Museo Correr (el lado opuesto al Palacio Ducal) y cuando esté en Calle larga dell’Ascensione, siga hacia Campo San Moise y luego por Calle Larga XXII Marzo hasta llegar a Santa Maria Zobenigo.
Aquí tome el traghetto, que es una auténtica góndola por sólo 40 céntimos, para ir a la otra orilla del Canal Grande. Después de un breve paseo, llegará al Puente de la Academia, donde se encuentran las Galerías de la Academia, la colección de arte veneciano más importante y que vale la pena visitar.
Después de un descanso en Dorsoduro, donde puede comer en una de las muchas cafeterías (tenga cuidado con los precios), vaya hacia Campo San Rocco para visitar la Escuela Grande de San Roque, donde antiguamente daban asistencia a los enfermos en las epidemias de peste, y la Iglesia dei Frari, la más antigua de la ciudad. Para llegar, si ya les duelen los pies, pueden tomar el vaporetto n°1 hasta la parada San Tomà, o pueden seguir a pie, paseando por las calles y los puentes, entrando en la esencia de la belleza veneciana.
La última etapa de su visita puede ser el Puente de Rialto, al que se llega pasando por Campo San Polo.
Si no están muy cansados, por la noche, sobre las 10:30, una oportunidad romántica es recorrer el Canal Grande con la línea 1 que de Plaza Roma va a Plaza San Marcos y luego al Lido. A esa hora, no hay masas de turistas con maletas enormes que impiden el paso. En el vaporetto, siéntense fuera, en la zona delantera, y disfruten del canal con los palacios iluminados… Pueden pasar la media noche en Plaza San Marcos, que sin el ruido de la gente es simplemente fantástica.
VENECIA POR BARRIOS (SESTIERES)
Venecia está formado por 118 pequeñas islas con más de 400 puentes que las unen y forman un único territorio, dividido en seis antiguos distritos administrativos o “sestiere”, tres a cada lado del Canal Grande.
El “sestiere” de San Marcos, con la majestuosa basílica y el elegante Palacio Ducal, es uno de los lugares con más turistas y el más caro de la ciudad. Al norte de San Marcos, está el “sestiere” de Cannaregio y al este, el de “Castello”, los dos son barrios residenciales, tranquilos e interesantes de ver.
En el otro lado del Canal Grande, están los “sestieri” de Dorsoduro, Santa Croce y San Polo, éste último es el más vivo y comercial en esta parte del canal. Cada “sestiere” tiene sus particularidades y es interesante descubrirlas, por eso les aconsejamos, dependiendo del tiempo que tengan, que los visiten todos, para que descubran sus encantos.
El sestiere de San Marcos, ubicado en la parte sureste de Venecia, ha sido siempre el núcleo de la ciudad desde que fue fundada.
Justo en Plaza San Marcos, los fundadores de la ciudad se establecieron cuando huían de Malamocco y buscaban un lugar más estable, aquí fundaron el Palacio Ducal como la fortaleza de la ciudad y la Basílica de San Marcos como iglesia: los primeros edificios de lo que llegará a ser uno de los lugares más visitados del mundo.
Rodeado por el meandro del Canal Grande, el sestiere de San Marcos, con los siglos, fue ampliándose y ahora es el espacio público más importante de la ciudad, el único que de verdad se merece el nombre de “plaza”, a diferencia de las otras plazas de Venecia, que se llaman “campos”.
En la Plaza de San Marcos desde siempre se celebran las fiestas más importantes de la ciudad: desde la caza al cerdo y las corridas del siglo XII, a las “fatigas de Hércules”, espectáculo gimnástico del siglo XVII, o las procesiones del Corpus Domini en la feria de la “Sensa”, para terminar con el carnaval, en el que, desde hace siglos y cada año, la plaza se transforma en un mar de colores.
El sestiere de Cannaregio se halla en la parte del noroeste de Venecia y aquí vive un tercio de la población veneciana (unos 20.000 habitantes), es el segundo barrio más extenso, después del de Castello. Cannaregio se encuentra es el primer sestiere que uno se encuentra al salir de la estación de trenes Santa Lucia y llega hasta una de las zonas más antiguas de Venecia, al este. Desde los muelles al norte del sestiere se ven las islas de la laguna, mientras que en el sur se encuentra un amplio meandro del Canal Grande. El nombre de Cannaregio puede derivar de “canal regio”: el gran curso de agua que hoy se llama Canal de Cannaregio, antes de que el tren llegara hasta a la isla, era la entrada principal de Venecia; otra hipótesis sostiene que este nombre se refiere a los muchos cañaverales [en italiano, “canneto”] que antes había en esta zona.
Se trata de una zona intacta, con muchos canales rectilíneos, estrechas callejuelas, pequeños bares y talleres artesanales, que constituyen la parte más humilde de la ciudad. La zona que más visitan los turistas es la que está alrededor de Lista de España y de Strada Nova, las dos calles principales que llevan a la estación de Rialto. Cannaregio, además, es el sestiere donde se encuentra el gueto más antiguo del mundo, y aunque la comunidad hebrea hoy viva también en otras zonas de la ciudad, sigue conservando su encanto antiguo
San Polo, que mide sólo 34 hectáreas, es el “sestiere” más pequeño de Venecia. Comprende la zona de Rialto, que es la más antigua de la ciudad, y su límite es el Canal Grande. En el siglo IX, los primeros habitantes de Venecia decidieron vivir en este grupo de pequeñas islas, conocidas como Rivus Altus o Rialto, porque el suelo es más alto y estaban más protegidos de las inundaciones.
A partir del año 810, el dux se trasladó aquí y, en este periodo, empezó a crecer la actividad mercantil, por lo que el barrio se convirtió en el corazón comercial de Venecia. En los siglos XIII y XIV, en la zona de Rialto habían abierto muchos mercados, al por mayor y al por menor, y tiendas de productos de lujo. Se fundaron los primeros bancos, tanto privados como públicos, magistraturas especiales para el comercio y las aseguradoras marítimas.
Esta ciudad comercial acogía a todo tipo de extranjeros que pudiera contribuir a aumentar su prosperidad.
Al mismo tiempo, muchos mercaderes venecianos iban hasta los países orientales dominados por los mongoles de Gengis Khan para comprar mercancías, es el caso del famoso mercader veneciano Marco Polo, que contribuyó mucho en el enriquecimiento de la ciudad gracias al comercio de azúcar, especias, seda y algodón.
San Polo es todavía uno de los barrios más vivos de la ciudad, con sus muchas tiendecillas, mercados y bares típicos entre calles y callejuelas que se cruzan en los lugares principales del “sestiere”: Campo San Polo, la igledia dei Frari y la Escuela de San Rocco.
Santa Croce, el “sestiere” al noroeste de la ciudad, se extiende por unas 94 hectáreas. Su característica principal es que está dividido en dos zonas muy diferentes: en la parte oriental hay muchas callejuelas y plazas por donde se puede dar un paseo muy agradable, es una zona humilde de la ciudad, pero donde también se pueden visitar los importantes palacios del Canal Grande; en la parte occidental, mucho menos atractiva, se hallan varias construcciones industriales y el gran aparcamiento de Plaza Roma.
Dorsoduro es la parte más meridional de Venecia y se llama así por la dureza y la elevación del suelo. La isla de Mendigola, en la parte más occidental del sestiere, fue colonizada en el siglo VII, alrededor de las iglesias del Ángel Rafael y de San Niccolò dei Mendicoli, mucho antes de que Rialto se convirtiese, en el año 828, en la sede de Venecia.
La urbanización se fue extendiendo con el tiempo, entre el siglo XIII y el XVI se construyeron muchas iglesias y majestuosos palacios a lo largo del Canal Grande y, después, en la orilla de San Marcos, se edificaron la Basílica “della Salute” y “delle Zattere” [de las Balsas”].
En el siglo XIX, cuando la Academia fue trasladada al complejo de la Caridad y se construyó un puente nuevo, Dorsoduro se convirtió en una de las zonas preferidas de los extranjeros para vivir.
No hay que perderse las magníficas vistas de la laguna que se aprecian en la parte oriental, cerca de la “Salute” y “le Zattere”, desde las que se ve la isla de la “Giudecca” [la judería].
En la parte más al oeste del sestiere, la parte más interesante está en las zonas del Campo Santa Margherita y de la iglesia de San Nicolò del Mendicoli.
Castello es el sestiere más grande y heterogéneo de la ciudad, se extiende desde San Marcos hasta Cannareggio al oeste, y hasta el barrio moderno de Sant’Elena al este. Se llama Castello en honor de la fortaleza del siglo VIII que se alzaba donde ahora está la isla de San Pietro.
Fue la sede religiosa de la ciudad hasta el siglo IX. Castello es famoso también porque es la sede del “Arsenale”, el gran astillero donde se construían las embarcaciones de guerra que formaban parte de la flota veneciana, que fue una de las mayores armadas de Europa.
En el siglo XX, se hicieron modificaciones importantes después de la expansión de los barrios de Sant’Elena y Celestia y de las abundantes edificaciones de casas en la parte sur-oriental de San Pietro.
La zona más comercial de Castello es el paseo alrededor de la orilla “Riva degli Schiavoni”, al otro lado se encuentran calles estrechas, palacios y preciosas iglesias en una tranquilidad encantadora, donde se pueden admirar las muchas obras artísticas.