Brujas
Brujas, la Venecia del Norte, es una ciudad amable, que conserva un rico legado de los tiempos –ya lejanos- en los que fue metrópoli potente, con un poderío económico que se vino abajo cuando perdió su cualidad portuaria.
Hoy Brujas tiene una vida apacible. La belleza de sus casas, el encanto de sus canales, el orgullo de sus viejos edificios, hace de la urbe un destino apetecible para muchos hombres amantes de la belleza y el arte. Desde el año 2000 esta vieja ciudad es Patrimonio Mundial de la UNESCO.
El verdadero centro de la ciudad está en el espacio conformado por la Markt (Plaza Mayor) y la plaza Burg contigua.
Las fachadas le otorgan una bella armonía. El edificio más impresionante es el Campanario con su carillón. En medio de la plaza se halla la estatua dedicada a sendos héroes locales.
El campanario es el símbolo más popular de la ciudad, gótico, de los siglos XIII a XVI, con 83 metros de altura. Se trata de una poderosa torre de mas de 300 escalones. Alberga un pequeño museo dedicado al edificio y su historia.
Arriba, junto al carillón de la ciudad, de 47 campanas (27 toneladas de peso en total), se goza de una estupenda vista sobre la ciudad y su entorno.
En esta plaza hay varios elementos de interés: la basílica de la Santa Sangre, el Ayuntamiento, una antigua escribanía renacentista y un magnífico palacio del siglo XVI.
La basílica de la Sagrada Sangre está integrada por dos capillas superpuestas. La inferior es de 1150, románica, en tanto que la superior es neogótica.
En esta iglesia se venera una reliquia de la Sangre de Cristo, traída de Tierra santa por el Conde de Flandes, en la segunda cruzada. En torno a esta reliquia se celebra anualmente una solemne fiesta religiosa
Tiene un pequeño museo con el notable relicario y algunos otros elementos de culto.
El Ayuntamiento es de final del siglo XIV, en estilo gótico florido. Su airosa verticalidad se realza mediante tres torrecillas. Es notable su sala gótica, con magnífica bóveda.
En la plaza destacan también la escribanía, renacentista, del XVI, con un museo provincial, y el antiguo palacio Brugse Vrije, del siglo XVI también, actualmente centro administrativo municipal.
Es la iglesia más antigua de Brujas, corresponde a los siglos XI a XV, y ha sido recientemente restaurada.
Destaca su robusta torre, de 100 metros de altura, con torrecillas angulares que no son suficientes para hacer airosa la mole.
El templo tiene una interesante sillería, tumbas medievales y un museo con abundante colección pictórica. Cuenta con cuadros flamencos de autores como Dirk Bouts y Hugo van der Goes.
Es un templo de los siglos XIII al XV, con una torre que destaca por sus 122 metros de altura, hecha en ladrillo.
Alberga un rico patrimonio pictórico con buenas tablas; una Madonna con niño, en mármol blanco, obra de Miguel Angel, y los mausoleos de María de Borgoña y Carlos el Temerario, del siglo XVI. También tiene otras tumbas pintadas, de épocas que van del XIII al XIV
Hay programadas sencillas excursiones por los canales de Brujas. Normalmente se desarrollan en todo el año, salvo los meses más duros de invierno, y tienen un recorrido de media hora.
El recorrido sirve para ver el centro de la ciudad con otra perspectiva, desde el nivel del agua. Es especialmente bello el tramo del canal que corre desde la plaza de Burg hasta la iglesia de Nuestra Señora.
Habitantes habituales de las aguas de Brujas son los cisnes. Estos animales tienen aquí una vieja leyenda.
En el siglo XV hubo una revuelta local contra Maximilano de Austria, a causa de una subida de impuestos. Entonces, los revolucionarios decapitaron a un alto dignatario cuyo escudo de armas llevaba un cisne. Dominada la revuelta, Maximiliano ordenó a los hombres de la urbe que a partir de aquel momento alimentaran a los cisnes de los canales, como forma de penar el crimen.
La oferta museística del lugar es notable, y atestigua la época de pujanza de la ciudad, íntimamente vinculada a la pintura de los primitivos flamencos. Nombres como Van Eyck, Memling; Petrus Christus, Gérard David, Isenbrandt Ambrosius Benson o Jan Provost
El Groeningemuseum presenta una nutrida representación de todos estos citados. La sala de primitivos flamencos es excepcional. También tiene arte de épocas posteriores, hasta la actualidad.
El Antiguo Hospital de San Juan-Museo Memling, cuenta con seis magníficas obras del pintor, el relicario de Santa Úrsula y otros elementos diversos, entre ellos una curiosa farmacia del siglo XVII.
El museo Gruuthuse está en un viejo palacio, y cuenta con una magnífica colección de arte decorativo.
En la plaza Burg es necesario visitar la sala renacentista Brugse Vrije y la sala gótica del Ayuntamiento.
Otros museos son el del Diamante; el del campanario; el arqueológico, el del encaje, el Guido Gezelle, etc.
No se agotan aquí los atractivos de esta bella ciudad. Esparcidos en su viejo casco se hallan algunos otros elementos de interés que cabe resumir:
* Espacios como la bella plaza de los Curtidores(huidenvettersplein), el Beaterio (Béguinage o Begijnhof),
* Edificaciones como las puertas de los viejos recintos de murallas, el palacio gótico de Gruutuse, la casa del Pelícano o los viejos molinos.
* Iglesias como San Walburge, Santa Ana, de Jerusalén,